Como ya os he dicho son unas galletas con sabor a vainilla. Primero las he decorado con la glasa blanca.
Una vez secas, he pintado las ramitas y las hojas con colorante verde de wilton diluido con ron blanco, luego con glasa teñida de rosa, también con colorante rosa de wilton, y usando una boquilla muy pequeña he ido haciendo las florecitas. Cambiando la boquilla por una un poco más grande he hecho los puntitos rosas de alrededor y ya están listas para regalar a todas las mamás.
Os pongo la receta de las galletas:
450 g. de harina de repostería
230 g. de mantequilla
Un huevo grande (L)
175 g. de azúcar glass.
2 cucharaditas de extracto de vainilla
Una pizca de sal
Mezclamos la mantequilla con el azúcar glass hasta que quede una crema blanquecina, añadimos el huevo y el extracto. Tamizamos la harina y la vamos incorporando poco a poco hasta que tengamos una masa, estará bastante blandita, meter en una bolsa de plástico y guardar una media hora en la nevera.
Estirar la masa, en mi caso de unos 4 milímetros y cortar las galletas. Pasar a una bandeja de horno sobre papel especial para horno. Si queréis podéis meter la bandeja unos diez minutos en la nevera.
Cocer en el horno a 180 grados unos diez minutos, no dejéis que se doren mucho, cuando los bordes empiecen a coger un ligero tono tostado ya estarán listas. Salen del horno un poco blandas pero luego se endurecen.
Poner sobre una rejilla y dejar enfriar.
Una vez frias, mejor al día siguiente podéis empezar a decorarlas.
Espero que os hayan gustado y os decidáis a hacerlas.
Un saludo.
