Se hicieron dos planchas de bizcocho, una de chocolate y otra de vainilla, una buttercream de nutella y una rica mermelada de frambuesas fueron el relleno.
La tarta la cubrí con fondant sodifier blanco. Teñí el mismo fondant con colorantes en gel de wilton en los dos tonos, rosa y celeste y modelé los dos ositos.
El osito, con carita de sueño, agarraba su mantita mientras se le cerraban los ojitos.
La osita, toda coqueta con su florecita en el pelo, se preparaba para tomarse el biberón.
La parejita posando para la foto.
Unas letras recortadas, unas bolitas hechas con una mezcla de blanco, rosa y celeste y unos lazos en las esquinas remataban una tarta sencilla pero que gustó mucho tanto por fuera como por dentro.
Espero que os guste a tod@s.
Muchos besotes.
pues de sencilla es preciosa, a mi me daría penita zamparme un osito de esos¡ Extupenda como siempre y bien explicadita, OLE
ResponderEliminarpreciosa y estaría buenísima
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